Capítulo 1
Como decirlo, toda mi vida ha sido extraña, como si algo o alguien me siguiera, como si hubiera algo detrás de mí o tuviera una cualidad lo suficientemente interesante como para sentirme tan observado. Soy inteligente, siempre intento profundizar en todo, pero eso no ameritaba sentirme tan perseguido. Quizá, talvez, existían cosas que no conocía, hasta de mí. Sí, eso es natural en todos. … ¿Pero hasta que punto?. Prefiero presentarme antes de comenzar a relatar todo mi presente. Soy Tausta.
Era un día de los de siempre en mi escuela: mis amigos, mis profesores, felicitaciones por buen rendimiento, y una que otra voz envidiosa. Nunca me he considerado superior a los demás, mi concepción sobre las personas es que todos somos iguales, nuestros defectos y nuestras virtudes, simple y sencillamente iguales. (…)
Como iba, dentro de un día normal aquí en Finlandia, estaba leyendo un artículo que se había vuelto bastante difundido entre los medios, sobre un tal profesor Lázaro, el cual hablaba mucho sobre una humanidad diferente, las típicas cosas sobre la evolución hacia la luz y convencen a las personas persuasibles o heridas por la vida a unírseles a X secta donde al final el contenido termina volviéndose otro. Pero había que admitirlo, el tal Lázaro conmovía con la belleza de las palabras, líder carismático creo que se llamaba a ese tipo de gente. ¡Oh!, por cierto, ¿les mencioné que aquí en Finlandia son 48 horas de claridad y 48 de oscuridad? Es algo hermoso, realmente ves fuerzas totalmente opuestas en su máximo esplendor aquí. Seguí leyendo el artículo cuando mi amiga Minuutti decide mostrarme como hacer mariposas de papel, se veía interesante. Al cabo de unos minutos, lograba hacer una, así que tuve que admitir mentalmente que entretenía doblar el papel, al igual que leerlo.
-Deberías tomar mas en cuenta lo que digo, ¿ves lo lindo que llega a ser un simple y tonto papel?- dijo ella
-Deberíamos hacerte origami a ti…
-¡Que dijiste?!
-Nada.
-Ah, que importa, por dentro sabes que te gustó hacerla.
-No se sabe.
-Cuando se trata de demostrar que te equivocas es el único punto en que las personas se sienten impotentes ante ti, deberías cambiar eso, a veces hay que ceder…
No le presté una mayor atención a esa frase, seguí con lo mío. Terminando la escuela, volvía a existir esa horrible sensación de que algo me seguía, pero no le presté atención, era mi cotidianeidad el que fuese así. Ya estaba atarcediendo, pero claro, aquí atarceder son unas 4 horas talvez, quizá más, quizás menos (…) ¿Pero has sentido ese escalofrío de alguien que respira en tus oídos, de que te incita a algo, de que te entregues a esa respiración aterradora que promete no se qué? ; Inmediatamente decidí darme media vuelta. Y no veía nada, pero claro, los faroles de la calle angosta donde me encontraba daban sombra extra, demasiada diría, debía correr. Habrían pasado unos 5 minutos donde corría como idiota y sentía que esos susurros.., no, ahora gritos, me perseguían hasta llegar a un parque de concreto blanco, ya azulado por el sol que le faltaba un tercio de si mismo para esconderse. Ya ahí, pude ver seres horribles, de apariencia grostesca y para nada simétrica, como si todo su yo fuese dolor y caos. Estaba paralizado, ya me veía morir estando ellos ya casi encima mío, hasta que una incorporeidad los atravesó limpiamente y ellos aullaban de dolor. Veia la silueta de una mujer, de una especie de aura semi-azulada, incorpórea y semblante tranquilo mirando a esas aberraciones. No habrán pasado más de 10 segundos, donde aquella “dama” había acabado sin producir ningún ruido de su boca contra esos seres. Me levanté, iba a ir hacia ella para agradecerle por aquello, puesto que nadie le había dicho que debía salvar mi vida y aún así lo había hecho. Me miró y paulatinamente rápido desapareció.
Mi existencia había volcado drásticamente, era una escena indescriptible: Monstruos y una mujer salvadora. ¡Debía encontrarla! ¿Por qué esos monstruos me seguían? ¡Debía saberlo!. Miré al suelo y vi la mariposa de papel que había construido. La agarré fuertemente mientras pensaba en aquello, cuando de repente esta adquiere una silueta alrededor blanca, tenue, pero hermosa. La contemple con curiosidad, hasta un poco de miedo diría. Pero no me rendí, hasta lo más disparatado en estos minutos me parecía posible, había que encontrar a aquella mujer.
Dentro de mi me repetía constantemente: -Por favor, llevame donde ella, llevame donde ella.
La mariposa de papel, que siempre se veía frágil había emprendido vuelo, y yo sentía que ella obedecía lo que pedía, puesto que giraba alrededor mío cuando me detenía, y emprendía una dirección constante si me movía, independiente a la dirección mía, ella deseaba ir a otro lugar.
-Debo seguirla. De algún modo, la mariposa sabe.
Fin del capítulo 1
Capitulo 2
Habré caminado unas 7 cuadras que se hicieron poco, el sol ya estaba casi escondiéndose y quería dar paso a la noche, y el escalofrío de que algo más me seguía había vuelto, pero con menor intensidad; como si esta vez solo se remitieran a observarme, como si en algún momento podría mi recorrido regalarles algo… Y era cierto, podía; estaba buscando a quien me había ayudado, y ellos probablemente venganza por sus adefesios perdidos. Pero el deseo era mas grande, debía saber, era una necesidad de saber que me devoraba.
-“Ahora o nunca”.
Sin darme cuenta pronuncié esa frase, que me llenó de mucho más valor que antes, pero el problema era quitarse a esas bestias.
-Definitivamente yo solo no puedo ni con uno de ellos- Pensé.
Así que por lo menos tenía que usar la cabeza, de nada sirve tener fuerza bruta si no se sabe usarla, yo por lo menos tenía una mariposa, que por cierto, si me doy cuenta, no es lo más masculino en “poderes” que exista, pero valía la pena experimentar una serie de cosas para llegar con el menor peligro a destino.
En todo ese lapso de estrategia no me detuve ningún momento para levantar sospechas o pudiesen tirarse encima mío como la otra vez, así que para ellos lo más seguro era que yo simplemente siguiese a la mariposa con cara de curiosidad por donde me llevaba. Se preguntarán si la cara estuvo planeada, la respuesta es: si. Cada detalle contaba para mi huida distractoria, así que sin estar un cien por ciento seguro, comencé a dirigir una serie de pensamientos a la mariposa, mientras sacaba una hoja de la revista que estuve leyendo el dia de hoy.
-Dobla a la derecha en la siguiente calle – una y otra véz.
Llegó la bendita (o maldita, el terror al fracaso me carcomía, puesto que era mi única estrategia, y si me disponía a retroceder sería carne regalada a ellos) calle, donde era todo o nada, y quizá no me quedaba mas tiempo para pensar en otra cosa antes de llegar a destino.
Todo esto acompañado de que ya era de noche, los estúpidos faroles de la calle aún no encendían, las calles se hacían angostas y en todo el camino no me había cruzado con nadie (¿se han dado cuenta que hasta para eso se siente la ausencia de la gente? Cuando uno camina con prisa, está todo sobrepoblado, y cuando uno la necesita cerca para esconderse, pedir ayuda o cualquier variante, sorpresa, no pasa ni una rata), me daban unas ganas increíbles de gritar de miedo, correr por la adrenalina, orinar o desmayarme.
Crucé la calle, desesperantes 5 segundos… ¡Alegría! ¡La mariposa había doblado! ¡Había doblado!
No podía perder más tiempo. Puse en marcha la segunda parte del plan, que era la menos inteligente, pero a esta le tenía mas esperanza; Doblar papel. Con toda velocidad comencé a hacer otra mariposa, no tan agraciada como la anterior, pero debería cumplir su objetivo.
-Por favor, llévame con ella, llévame con ella- pensaba mientras visualizaba la imagen de aquella mujer.
La mariposa, como la vez anterior, había logrado emprender vuelo, algo más torpe que la otra, puesto que no había tanta dedicación en su forma, ya que había priorizado ahorro de tiempo y funcionalidad; que era rastreo.
La situación era totalmente favorable esta vez, todas esas presencias habían doblado junto con la mariposa anterior; ya no me seguían. Estaba a disponibilidad hasta para huir si lo deseaba, pero ya había recorrido mucho, no podía retroceder “ahora o nunca”.
Seguí caminando con la segunda mariposa ya más tranquilo, sin tanta adrenalina y con sensación de triunfo ante tal preciado logro. Pasaron 5 minutos y la calle (les mencioné anteriormente que se hacía más angosta, ¿cierto?) era una especie de callejón, la mariposa deseaba seguir adelante y mi obstáculo era una cerca de madera. Forzé un poco una tabla y logré hacer un pasaje lo suficientemente abierto para pasar. Ya en el otro lado, me dí cuenta de que había un edificio de departamento.
-¿Quién es el lunático que pone un edificio de este tipo aquí?
Ya poco importaba la relevancia de eso, como vuelvo a repetir, ya nada este día me parecía lógico. Toqué la puerta, nadie abría. Pasaron unos 2 minutos y estaba comiéndome las uñas de los nervios, yo mismo consideraba el tiempo sagrado ahora y no querían dejarme pasar. Abrí yo mismo la puerta, y estaba abierta, así que entré.
Fin capitulo 2
Capitulo 3
Al poner un pie dentro de aquel edificio se notaba un ambiente cargado, bastante pacífico y tranquilo, pero con algo que no podría definir, porque no había experimentado antes… La verdad, sí, era como la presencia de aquellos monstruos: pero sin ansiedad, sin intensiones de poner las manos encima mias.
Caminé más hacia dentro, y el edificio era aparentemente normal, piso alfombrado color escarlata, tapiz color verde oscuro con flores dibujadas de la misma tonalidad pero más claro, y la típica escalera metálica negra de pintura algo desgastada. De todas maneras ponerme a ver el edificio era irrelevante; seguí caminando con la mariposa, que me pedía subir. Ya en el segundo piso, recorrí cada habitación hasta la siguiente escalera hacia arriba y volví a subir. Dentro de el piso 3 la mariposa comenzó a agitarse, se había vuelto inquieta y deseaba apresurar mi paso, cosa que me afirmaba que detrás de una de estas habitaciones se encontraba ella. Ya enfrente de la habitación 14 (Una puerta de aspecto deplorable diría yo, con toda la pintura carcomida y una madera casi a punto de caerse a pedazos) mi cuerpo comenzó a entumirse ¡Podría entablar una conversación con ella!.
Toqué la puerta 2 veces, pero ya estaba tan apresurado del desenlace que sin esperar gire el pomo de la puerta para entrar.
Dentro, el departamento era un color negro, adornado excesivamente con cortinas, manteles y alfombras de colores azules, blancos y celestes, que en compañía de las velas con las cuales era iluminado el lugar, daban un aspecto algo extraño a este “rincón” departamental. Pensé en que podría encontrarme, quizá era una trampa, estaban esos monstruos esperando aquí para devorarme; aquella mujer no era realmente mi aliada, y había aniquilado a esas cosas no por mí y hasta también pudiese haberme matado, pero en fín… Seguí recto por la habitación, que me llevaba en línea recta a una especie de altar, en el cual se podía ver pequeñamente las manos reposadas en el vientre de alguien. Al momento de llegar al altar, la mariposa se posó sobre aquella figura femenina que me parecía demasiado familiar.
-Esperen un momento, ¡yo la conozco!- Dije entre dientes.
Pero eso no llevaba exactamente al punto donde todo se desmoronaba dentro de mí. ¿Qué hacía… no, que hace la mujer que me salvó dentro de un altar? ¿Está muerta? ¿Acaso todo esto no valió la pena? ¿El fin? Ya no lo soportaba, todo lo recorrido para poder salvar mi vida, para poder conocerme había sido en vano, ¡una estafa! ¡Todo esta perdido!. Mis rodillas no daban más por lo que caí al piso, y la angustia solo me permitía querer llorar.
-Disculpa, si me miras con esa cara de terror y sonidos de llanto, bajará mi autoestima, yo que creía que era hasta bonita… - Dijo una voz a mi espalda.
Estaba paralizado, ¿De quien provenía aquel diálogo? ¿Había sido descubierto mi plan y mi destino en estos momentos era morir? No podía ser cierto que hasta aquí llegaba yo, no, no podía. Existía hasta una resignación en mí de querer morir, lo único que deseaba era vivir, saber.
-Vamos, date media vuelta, no te quedes mirándome.-
¿Mirándome? ¿Por qué “mirándome”? No había dado media vuelta, ni siquiera sabía quien estaba detrás de mí. ¿Pero por qué habría de suponer que conocía a esa voz femenina?. Solo quedaba dar media vuelta, mirar, y que el destino me quisiera.
-¡Tu!- Dije incrédulo, No podía ser lo que estaba viendo, un espejo inclinado debía ser lo que realmente estaba enfrente mío.
-¡Oh! ¡Al fin! Eres demasiado lento, no nos queda tiempo, esos monstruos volverán en cualquier momento, y me sorprende que pudieses llegar hasta aquí, mas adelante si las circunstancias nos lo permiten, preguntaré sobre tu pequeña hazaña hasta aquí.- Dicho esto, la mujer me levanto como si fuese una pluma, me dejó de pie y se fue a sentar en un abrir y cerrar de ojos.
-¡Pero tu estás en el altar! ¡Tu estás ahí, acost…-
-¡Oh! Mi cadáver, no se que tiene de asombroso ver eso, al final de cuentas, no me puedo ni mover dentro de mi cuerpo. Pero para que entiendas bien todo esto, te quedará claro simplemente diciendo como me apodan y me conocen todos. Mucho gusto, soy Fantasma.
-¿Fantasma? ¿Osea que sí estas muerta?
-Ni idea, nadie lo sabe, ni yo- Dijo riendo simpáticamente.
Se sintió el “toc toc” de la puerta, alguien más quería entrar. Todo ya empezaba a darme vueltas, ¿Qué viene ahora?
-¡Pasa, sabes que eres bienvenido!
Entró un hombre vestido formalmente, con un gorro como de copa y una máscara de mimo –que por cierto, era rara- Cerró la puerta, hizo un ligero saludo con una reverencia y se quedó mirándonos en silencio.
Inmediatamente comenzaron a golpear estrepitosamente la puerta, no pidiendo entrar, exigiendo. Eran puñetazos, gritos, rasguños y embestidas con el cuerpo, intentando entrar.
-Ok, llegó la hora, te tienes que ir- Me dijo la mujer, perdón, Fantasma.
-¿Pero a donde? ¡No te conosco! solo deseaba verte para conocer las respuestas, ¡que está pasando! ¡Solo eso!
-¡Oh! Hagamos lo siguiente. ¿Quieres vivir?
-¡Si!
-¿Deseas saber qué esta ocurriendo, quien o qué eres?
-¡¡Si!!, ¡por favor dímelo!
-Ja ja ja, no tengo esas respuestas, pero te prometo algo, vete con aquel hombre y lo sabrás todo a su tiempo- Esbozando una sonrisa.
-¿Y tu? ¡Yo vine por ti!-
-¡Oh! Que tierno, estoy segura que si estuviera dentro de mi cuerpo, mis mejillas se colorarían un poco, aunque claro, estoy palidísima, me haría bien eso, ja ja. No te preocupes, yo me encargo aquí; si la vida lo desea, nos volveremos a encontrar, y espero poder conocerte mejor, pequeño aventurero- Me tomó de la mano y me dejó al lado de aquel hombre, quien se agachó y me abrazó por la espalda con sus brazos cruzados. –¡Nos vemos!- Fueron sus ultimas palabras.
Los monstruos habían ingresado, eran muchas veces mayores en número que aquellos otros de hacía un momento. En un segundo ella ya estaba frente a ellos atacandolos sin tregua y yo siendo sujetado por aquél mimo.
-¡¡¡Fantasm…!!!!
…
Estaba en otro lugar, una mansión con aspecto de catedral gótica; el sonido de personas pasando tranquilamente, y por sobre todas las cosas, todos ellos hablando en variados y diferentes idiomas que sabía cuales eran, pero no entendía.
-¿Dónde estoy?! ¡Y Fantasma?!.
Fin capitulo 3
Cualquier crítica es super mega recibida, apoyo igual, creo o___o. Cya!
Como decirlo, toda mi vida ha sido extraña, como si algo o alguien me siguiera, como si hubiera algo detrás de mí o tuviera una cualidad lo suficientemente interesante como para sentirme tan observado. Soy inteligente, siempre intento profundizar en todo, pero eso no ameritaba sentirme tan perseguido. Quizá, talvez, existían cosas que no conocía, hasta de mí. Sí, eso es natural en todos. … ¿Pero hasta que punto?. Prefiero presentarme antes de comenzar a relatar todo mi presente. Soy Tausta.
Era un día de los de siempre en mi escuela: mis amigos, mis profesores, felicitaciones por buen rendimiento, y una que otra voz envidiosa. Nunca me he considerado superior a los demás, mi concepción sobre las personas es que todos somos iguales, nuestros defectos y nuestras virtudes, simple y sencillamente iguales. (…)
Como iba, dentro de un día normal aquí en Finlandia, estaba leyendo un artículo que se había vuelto bastante difundido entre los medios, sobre un tal profesor Lázaro, el cual hablaba mucho sobre una humanidad diferente, las típicas cosas sobre la evolución hacia la luz y convencen a las personas persuasibles o heridas por la vida a unírseles a X secta donde al final el contenido termina volviéndose otro. Pero había que admitirlo, el tal Lázaro conmovía con la belleza de las palabras, líder carismático creo que se llamaba a ese tipo de gente. ¡Oh!, por cierto, ¿les mencioné que aquí en Finlandia son 48 horas de claridad y 48 de oscuridad? Es algo hermoso, realmente ves fuerzas totalmente opuestas en su máximo esplendor aquí. Seguí leyendo el artículo cuando mi amiga Minuutti decide mostrarme como hacer mariposas de papel, se veía interesante. Al cabo de unos minutos, lograba hacer una, así que tuve que admitir mentalmente que entretenía doblar el papel, al igual que leerlo.
-Deberías tomar mas en cuenta lo que digo, ¿ves lo lindo que llega a ser un simple y tonto papel?- dijo ella
-Deberíamos hacerte origami a ti…
-¡Que dijiste?!
-Nada.
-Ah, que importa, por dentro sabes que te gustó hacerla.
-No se sabe.
-Cuando se trata de demostrar que te equivocas es el único punto en que las personas se sienten impotentes ante ti, deberías cambiar eso, a veces hay que ceder…
No le presté una mayor atención a esa frase, seguí con lo mío. Terminando la escuela, volvía a existir esa horrible sensación de que algo me seguía, pero no le presté atención, era mi cotidianeidad el que fuese así. Ya estaba atarcediendo, pero claro, aquí atarceder son unas 4 horas talvez, quizá más, quizás menos (…) ¿Pero has sentido ese escalofrío de alguien que respira en tus oídos, de que te incita a algo, de que te entregues a esa respiración aterradora que promete no se qué? ; Inmediatamente decidí darme media vuelta. Y no veía nada, pero claro, los faroles de la calle angosta donde me encontraba daban sombra extra, demasiada diría, debía correr. Habrían pasado unos 5 minutos donde corría como idiota y sentía que esos susurros.., no, ahora gritos, me perseguían hasta llegar a un parque de concreto blanco, ya azulado por el sol que le faltaba un tercio de si mismo para esconderse. Ya ahí, pude ver seres horribles, de apariencia grostesca y para nada simétrica, como si todo su yo fuese dolor y caos. Estaba paralizado, ya me veía morir estando ellos ya casi encima mío, hasta que una incorporeidad los atravesó limpiamente y ellos aullaban de dolor. Veia la silueta de una mujer, de una especie de aura semi-azulada, incorpórea y semblante tranquilo mirando a esas aberraciones. No habrán pasado más de 10 segundos, donde aquella “dama” había acabado sin producir ningún ruido de su boca contra esos seres. Me levanté, iba a ir hacia ella para agradecerle por aquello, puesto que nadie le había dicho que debía salvar mi vida y aún así lo había hecho. Me miró y paulatinamente rápido desapareció.
Mi existencia había volcado drásticamente, era una escena indescriptible: Monstruos y una mujer salvadora. ¡Debía encontrarla! ¿Por qué esos monstruos me seguían? ¡Debía saberlo!. Miré al suelo y vi la mariposa de papel que había construido. La agarré fuertemente mientras pensaba en aquello, cuando de repente esta adquiere una silueta alrededor blanca, tenue, pero hermosa. La contemple con curiosidad, hasta un poco de miedo diría. Pero no me rendí, hasta lo más disparatado en estos minutos me parecía posible, había que encontrar a aquella mujer.
Dentro de mi me repetía constantemente: -Por favor, llevame donde ella, llevame donde ella.
La mariposa de papel, que siempre se veía frágil había emprendido vuelo, y yo sentía que ella obedecía lo que pedía, puesto que giraba alrededor mío cuando me detenía, y emprendía una dirección constante si me movía, independiente a la dirección mía, ella deseaba ir a otro lugar.
-Debo seguirla. De algún modo, la mariposa sabe.
Fin del capítulo 1
Capitulo 2
Habré caminado unas 7 cuadras que se hicieron poco, el sol ya estaba casi escondiéndose y quería dar paso a la noche, y el escalofrío de que algo más me seguía había vuelto, pero con menor intensidad; como si esta vez solo se remitieran a observarme, como si en algún momento podría mi recorrido regalarles algo… Y era cierto, podía; estaba buscando a quien me había ayudado, y ellos probablemente venganza por sus adefesios perdidos. Pero el deseo era mas grande, debía saber, era una necesidad de saber que me devoraba.
-“Ahora o nunca”.
Sin darme cuenta pronuncié esa frase, que me llenó de mucho más valor que antes, pero el problema era quitarse a esas bestias.
-Definitivamente yo solo no puedo ni con uno de ellos- Pensé.
Así que por lo menos tenía que usar la cabeza, de nada sirve tener fuerza bruta si no se sabe usarla, yo por lo menos tenía una mariposa, que por cierto, si me doy cuenta, no es lo más masculino en “poderes” que exista, pero valía la pena experimentar una serie de cosas para llegar con el menor peligro a destino.
En todo ese lapso de estrategia no me detuve ningún momento para levantar sospechas o pudiesen tirarse encima mío como la otra vez, así que para ellos lo más seguro era que yo simplemente siguiese a la mariposa con cara de curiosidad por donde me llevaba. Se preguntarán si la cara estuvo planeada, la respuesta es: si. Cada detalle contaba para mi huida distractoria, así que sin estar un cien por ciento seguro, comencé a dirigir una serie de pensamientos a la mariposa, mientras sacaba una hoja de la revista que estuve leyendo el dia de hoy.
-Dobla a la derecha en la siguiente calle – una y otra véz.
Llegó la bendita (o maldita, el terror al fracaso me carcomía, puesto que era mi única estrategia, y si me disponía a retroceder sería carne regalada a ellos) calle, donde era todo o nada, y quizá no me quedaba mas tiempo para pensar en otra cosa antes de llegar a destino.
Todo esto acompañado de que ya era de noche, los estúpidos faroles de la calle aún no encendían, las calles se hacían angostas y en todo el camino no me había cruzado con nadie (¿se han dado cuenta que hasta para eso se siente la ausencia de la gente? Cuando uno camina con prisa, está todo sobrepoblado, y cuando uno la necesita cerca para esconderse, pedir ayuda o cualquier variante, sorpresa, no pasa ni una rata), me daban unas ganas increíbles de gritar de miedo, correr por la adrenalina, orinar o desmayarme.
Crucé la calle, desesperantes 5 segundos… ¡Alegría! ¡La mariposa había doblado! ¡Había doblado!
No podía perder más tiempo. Puse en marcha la segunda parte del plan, que era la menos inteligente, pero a esta le tenía mas esperanza; Doblar papel. Con toda velocidad comencé a hacer otra mariposa, no tan agraciada como la anterior, pero debería cumplir su objetivo.
-Por favor, llévame con ella, llévame con ella- pensaba mientras visualizaba la imagen de aquella mujer.
La mariposa, como la vez anterior, había logrado emprender vuelo, algo más torpe que la otra, puesto que no había tanta dedicación en su forma, ya que había priorizado ahorro de tiempo y funcionalidad; que era rastreo.
La situación era totalmente favorable esta vez, todas esas presencias habían doblado junto con la mariposa anterior; ya no me seguían. Estaba a disponibilidad hasta para huir si lo deseaba, pero ya había recorrido mucho, no podía retroceder “ahora o nunca”.
Seguí caminando con la segunda mariposa ya más tranquilo, sin tanta adrenalina y con sensación de triunfo ante tal preciado logro. Pasaron 5 minutos y la calle (les mencioné anteriormente que se hacía más angosta, ¿cierto?) era una especie de callejón, la mariposa deseaba seguir adelante y mi obstáculo era una cerca de madera. Forzé un poco una tabla y logré hacer un pasaje lo suficientemente abierto para pasar. Ya en el otro lado, me dí cuenta de que había un edificio de departamento.
-¿Quién es el lunático que pone un edificio de este tipo aquí?
Ya poco importaba la relevancia de eso, como vuelvo a repetir, ya nada este día me parecía lógico. Toqué la puerta, nadie abría. Pasaron unos 2 minutos y estaba comiéndome las uñas de los nervios, yo mismo consideraba el tiempo sagrado ahora y no querían dejarme pasar. Abrí yo mismo la puerta, y estaba abierta, así que entré.
Fin capitulo 2
Capitulo 3
Al poner un pie dentro de aquel edificio se notaba un ambiente cargado, bastante pacífico y tranquilo, pero con algo que no podría definir, porque no había experimentado antes… La verdad, sí, era como la presencia de aquellos monstruos: pero sin ansiedad, sin intensiones de poner las manos encima mias.
Caminé más hacia dentro, y el edificio era aparentemente normal, piso alfombrado color escarlata, tapiz color verde oscuro con flores dibujadas de la misma tonalidad pero más claro, y la típica escalera metálica negra de pintura algo desgastada. De todas maneras ponerme a ver el edificio era irrelevante; seguí caminando con la mariposa, que me pedía subir. Ya en el segundo piso, recorrí cada habitación hasta la siguiente escalera hacia arriba y volví a subir. Dentro de el piso 3 la mariposa comenzó a agitarse, se había vuelto inquieta y deseaba apresurar mi paso, cosa que me afirmaba que detrás de una de estas habitaciones se encontraba ella. Ya enfrente de la habitación 14 (Una puerta de aspecto deplorable diría yo, con toda la pintura carcomida y una madera casi a punto de caerse a pedazos) mi cuerpo comenzó a entumirse ¡Podría entablar una conversación con ella!.
Toqué la puerta 2 veces, pero ya estaba tan apresurado del desenlace que sin esperar gire el pomo de la puerta para entrar.
Dentro, el departamento era un color negro, adornado excesivamente con cortinas, manteles y alfombras de colores azules, blancos y celestes, que en compañía de las velas con las cuales era iluminado el lugar, daban un aspecto algo extraño a este “rincón” departamental. Pensé en que podría encontrarme, quizá era una trampa, estaban esos monstruos esperando aquí para devorarme; aquella mujer no era realmente mi aliada, y había aniquilado a esas cosas no por mí y hasta también pudiese haberme matado, pero en fín… Seguí recto por la habitación, que me llevaba en línea recta a una especie de altar, en el cual se podía ver pequeñamente las manos reposadas en el vientre de alguien. Al momento de llegar al altar, la mariposa se posó sobre aquella figura femenina que me parecía demasiado familiar.
-Esperen un momento, ¡yo la conozco!- Dije entre dientes.
Pero eso no llevaba exactamente al punto donde todo se desmoronaba dentro de mí. ¿Qué hacía… no, que hace la mujer que me salvó dentro de un altar? ¿Está muerta? ¿Acaso todo esto no valió la pena? ¿El fin? Ya no lo soportaba, todo lo recorrido para poder salvar mi vida, para poder conocerme había sido en vano, ¡una estafa! ¡Todo esta perdido!. Mis rodillas no daban más por lo que caí al piso, y la angustia solo me permitía querer llorar.
-Disculpa, si me miras con esa cara de terror y sonidos de llanto, bajará mi autoestima, yo que creía que era hasta bonita… - Dijo una voz a mi espalda.
Estaba paralizado, ¿De quien provenía aquel diálogo? ¿Había sido descubierto mi plan y mi destino en estos momentos era morir? No podía ser cierto que hasta aquí llegaba yo, no, no podía. Existía hasta una resignación en mí de querer morir, lo único que deseaba era vivir, saber.
-Vamos, date media vuelta, no te quedes mirándome.-
¿Mirándome? ¿Por qué “mirándome”? No había dado media vuelta, ni siquiera sabía quien estaba detrás de mí. ¿Pero por qué habría de suponer que conocía a esa voz femenina?. Solo quedaba dar media vuelta, mirar, y que el destino me quisiera.
-¡Tu!- Dije incrédulo, No podía ser lo que estaba viendo, un espejo inclinado debía ser lo que realmente estaba enfrente mío.
-¡Oh! ¡Al fin! Eres demasiado lento, no nos queda tiempo, esos monstruos volverán en cualquier momento, y me sorprende que pudieses llegar hasta aquí, mas adelante si las circunstancias nos lo permiten, preguntaré sobre tu pequeña hazaña hasta aquí.- Dicho esto, la mujer me levanto como si fuese una pluma, me dejó de pie y se fue a sentar en un abrir y cerrar de ojos.
-¡Pero tu estás en el altar! ¡Tu estás ahí, acost…-
-¡Oh! Mi cadáver, no se que tiene de asombroso ver eso, al final de cuentas, no me puedo ni mover dentro de mi cuerpo. Pero para que entiendas bien todo esto, te quedará claro simplemente diciendo como me apodan y me conocen todos. Mucho gusto, soy Fantasma.
-¿Fantasma? ¿Osea que sí estas muerta?
-Ni idea, nadie lo sabe, ni yo- Dijo riendo simpáticamente.
Se sintió el “toc toc” de la puerta, alguien más quería entrar. Todo ya empezaba a darme vueltas, ¿Qué viene ahora?
-¡Pasa, sabes que eres bienvenido!
Entró un hombre vestido formalmente, con un gorro como de copa y una máscara de mimo –que por cierto, era rara- Cerró la puerta, hizo un ligero saludo con una reverencia y se quedó mirándonos en silencio.
Inmediatamente comenzaron a golpear estrepitosamente la puerta, no pidiendo entrar, exigiendo. Eran puñetazos, gritos, rasguños y embestidas con el cuerpo, intentando entrar.
-Ok, llegó la hora, te tienes que ir- Me dijo la mujer, perdón, Fantasma.
-¿Pero a donde? ¡No te conosco! solo deseaba verte para conocer las respuestas, ¡que está pasando! ¡Solo eso!
-¡Oh! Hagamos lo siguiente. ¿Quieres vivir?
-¡Si!
-¿Deseas saber qué esta ocurriendo, quien o qué eres?
-¡¡Si!!, ¡por favor dímelo!
-Ja ja ja, no tengo esas respuestas, pero te prometo algo, vete con aquel hombre y lo sabrás todo a su tiempo- Esbozando una sonrisa.
-¿Y tu? ¡Yo vine por ti!-
-¡Oh! Que tierno, estoy segura que si estuviera dentro de mi cuerpo, mis mejillas se colorarían un poco, aunque claro, estoy palidísima, me haría bien eso, ja ja. No te preocupes, yo me encargo aquí; si la vida lo desea, nos volveremos a encontrar, y espero poder conocerte mejor, pequeño aventurero- Me tomó de la mano y me dejó al lado de aquel hombre, quien se agachó y me abrazó por la espalda con sus brazos cruzados. –¡Nos vemos!- Fueron sus ultimas palabras.
Los monstruos habían ingresado, eran muchas veces mayores en número que aquellos otros de hacía un momento. En un segundo ella ya estaba frente a ellos atacandolos sin tregua y yo siendo sujetado por aquél mimo.
-¡¡¡Fantasm…!!!!
…
Estaba en otro lugar, una mansión con aspecto de catedral gótica; el sonido de personas pasando tranquilamente, y por sobre todas las cosas, todos ellos hablando en variados y diferentes idiomas que sabía cuales eran, pero no entendía.
-¿Dónde estoy?! ¡Y Fantasma?!.
Fin capitulo 3
Cualquier crítica es super mega recibida, apoyo igual, creo o___o. Cya!
Última edición por km1l1n el Vie 06 Ago 2010, 18:54, editado 6 veces
